Es natural que con el paso de los años nuestras instalaciones eléctricas o de telecomunicaciones se vayan deteriorando o quedando anticuadas y obsoletas.
Es importante darse cuenta de que la buena salud de una instalación es fundamental por seguridad (en el caso de las eléctricas) y por fiabilidad (en el caso de las de telecomunicaciones).
Los accidentes, incluso muy graves, están a la orden del día en cualquier noticia, causados por instalaciones que se encontraban en deficiente estado.